En primera persona TLP
Desde que empecé este viaje de descubrimiento sobre la psique de determinados trastornos, condiciones y la mía propia, he leído libros, artículos, visualizado vídeos, conferencias, entrevistas, he realizado cursos, recibido terapias desde diversas orientaciones psicoanalíticas, hablado con otras personas con vivencias traumáticas,... De todo ello he aprendido, pero en ocasiones, algunas descripciones o términos quedaban fuera del alcance de mi comprensión, unas veces por ser generales, otras por ser terminologías que lograba entender, pero no interiorizar quizás por mi estado mental de estrés traumático.
Este es el motivo por el que escribo, la mayor parte de las veces, en primera persona. Para que tú, si me lees y has pasado o estás pasando por una experiencia traumática, puedas identificarte conmigo, a través de mi propia experiencia.
Tal vez en algún relato o descripción, te veas reflejad@ y logres comprender la gravedad de lo que vives.
Mis experiencias hablan de maltrato psicológico en la infancia, hablan de un perfil narcisista que te acoge y te rechaza, que te da atención, cariño y te agrede al mismo tiempo, habla del aprendizaje del cuidado y amor en esos términos, de lo que eso provoca en el cerebro infantil. Habla de terribles percepciones de uno mismo derivadas de ese vínculo, del daño psicológico, físico, químico, en un cerebro en desarrollo. Habla de la interiorización de ese mensaje, de esa dicotomía y de cómo se traslada en forma de trastorno de personalidad, en mi caso TLP y de las consecuencias que esto conlleva a todos los niveles.
Una vez le grité a esta persona " me has hecho creer toda la vida que había algo malo en mí y no era cierto". Nunca ha habido tanta verdad en mis palabras. No podía hablar sin un reproche, sin una opostilla de ",solo dices tonterías", o " nunca vas a valer para nada,", "o haces el ridículo" o " tu leche no es buena para alimentar a ti hijo". Mi hijo... Que mide metro 90 y es espectacular tanto físicamente, como ser humano. En aquel momento tuve la enorme suerte de haber elegido un padre excepcional, hijo de psicoanalistas alemanes, que decidió hacer una reunión familiar para decir que era la última vez que se me cuestionaba como madre. Alguien a quien siempre querré y estaré eternamente agradecida. Crecer con un familiar narcisista es, para algunas personas, luchar contra corriente, convertirte en la oveja negra, ser objeto de descalificaciones constantes, de la negación de tu Ser, de convertirte en la bolsa de basura donde echar toda la mierda, ser calumniada a tus espaldas y manipular al entorno en tu contra. Es vivir con un estrés psicologíco tal, que terminas disociando, con la autoestima absolutamente por los suelos y asumiendo tu mism@ el rol del verdugo, boicoteando así tu vida, haciéndote daño y deseando morirte porque " alguien como tú no merece estar viva. Así es como he vivido durante mis primeros años el TLP.
Pero no solo eso, sino que, puesto que el dedo acusador se dirige hacia tí, te conviertes en responsable de tu daño y culpable de sus consecuencias.
Se te estigmatiza, se te atribuyen intenciones, se te acusa, no solo desde la sociedad en general que no entiende el trastorno, sino también de los mismos profesionales de la salud mental.
Si, tengo TLP como resultado de un trauma infantil. No, no me avergüenza decirlo. No, no soy culpable de nada, tampoco mala persona y tan o tan poco manipuladora como lo puedan ser otr@s. Me cuesta controlar mis impulsos, pero se escuchar, empatizar y pedir disculpas cuando me equivoco. Soy cariñosa, educada y directa. A veces soy yo al cien por cien y otras se conectan partes emocionales. Si me siento atacada, alguna de estas PEs saldrá a defenderme, sin temor, como una tigresa. A veces me equivocaré en las formas, pero esa parte de mi que ha logrado que sobreviviera, está hiperalerta y te aseguro que no suele equivocarse en sus percepciones, porque está acostumbrada a percibir cada microgesto del otr@, como una forma de adelantarse y protegerse de posibles agresiones.
No, no soy rara, ni estoy "loca", ni sola. En el camino he encontrado personas maravillosas, que me han acompañado, comprendido ( a veces mejor que yo misma) e intentado ayudar. Porque no soy "un diamante en bruto" como titula una " experta en TLP en uno de sus libros. Soy un diamante, a secas. No porque me considere mejor que nadie, sino porque tengo la fuerza de estos, y algo brillaré para que otr@s se empeñen en desear apagar mi luz.
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