El control

No deja de sorprenderme lo evidente, muchas veces, del ejercicio de control y como las víctimas terminamos, a pesar de esa evidencia, por rendirnos ante él.
Los ámbitos y facetas son varios:
- Se ha fijado en la clave que utilizas y revisa tus dispositivos.
- Si la ocultas, te tachará de estar engañandole o querer esconder algo. 
- Si aún así no cedes, comenzará con el acoso y derribo con numeritos y explosiones de celos tan constantes. Terminarás por caer.
- No solo lo ve, sino que controla cuando te conectas, cuánto tardas en contestar y te exigirá explicaciones. De nuevo, si no cedes, teatrillos explosivos varios, coacciones, para que finalmente lo hagas. Con ello logra no solo el control de tu comunicación con otras personas, sino que comienza a instaurar el miedo en tí.
_ Cuando sales, al principio no dice nada. Pero el maltrato psicológico es paulatino y lento. Comenzará a iinterrorgarte, a preguntarte en tono sarcástico si te has divertido con "tu amiga". La siguiente vez no te lo pondrá tan fácil y comenzará a decirte que le dejas solo. Intentando crear la semillita de la culpa. Poco a poco, la presión irá en aumento y lo que al principio le parecía perfecto ahora se convierte en otra de sus muchas escenas dramáticas de celos. Te acusará de no ir con quién dices o de haberte liado con alguien. Comienzan los gritos. La culpa es tuya. 
- Te controla la forma de vestir. Un día serán unos pantalones que no le gustan, otro que vas "provocando", otro que te sienta mal. La confianza en tu criterio, en tus gustos comienza a desmoronarse. Poco a poco, día a día, hasta que te encuentras preguntándole antes de comprarte algo.... Qué te parece? Me sienta bien? Te gusta? A él de dará exactamente igual lo que hayas elegido, pero verás su cara de satisfacción y te dirá que te queda perfecto. Ya lo ha conseguido.
- Te has hechado demasiado colorete. Si te pintas los labios no le gusta, le gustan las mujeres "naturales " , " que llamen poco la atención". También puede pasar al contrario. Lo importante es despojarte de la representación que tienes de ti misma, de tus gustos, de tu criterio, de tu autoestima y confianza.
- Controla tus horarios, cuando vas y vienes del trabajo. Que no se te ocurra retrasarte aunque hayas tenido una reunión de última hora, porque te esperará. La cara sería, el semblante de Jack Nicolson en el resplandor. Llegas a la carrera, le has enviado mensajes diciendo que te retrasadas a los que no ha contestado, entras por la puerta con la lengua fuera ya excusándose por adelantado. Qué te pasa? "Nada", Estás enfadado? " No". La bronca está al caer y "Jacks" ha sacado su hacha verbal para injuriarte, enjuiciarte, gritarte, amenazante y enrredar de tal manera su ataque verborreico que terminarás llorando, suplicando que te perdone por haber sido tan desconsiderada.
-  A estas alturas ya será raro que salgas sin él. Te ha tachado de mentirosa, de provocar, de puta, ha dirigido tu forma de vestir, de maquillarte, has perdido el contacto con la gente. Estás sola.
- Comienzas a vivir pendiente de sus reacciones, angustiada, agobiada, estresada, cuidando cada gesto que haces, cada palabra que sale de tu boca, observando los suyos para intentar averiguar si está contento o "has hecho algo mal".
- El hijo de su merecedora madre, Narciso o psicópata integrado, ya lo ha conseguido. Y expone su orgullosa y enorme panza de haber comenzado a engullir su nueva víctima.
* Imagen de la artista Sara Riches


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