Ciberseguridad, ciberacoso

Se habla últimamente de la ciberseguridad, del acoso por redes sociales, del civerbullyng, pero siempre en un contexto escolar, cuando la realidad es también otra. El peligro que nos acecha es tal que desde el mismo Estado se ha creado una web para informar y responder a cuestiones sobre la seguridad en Internet ( Incibe)
Pero lo cierto es que está, la seguridad en Internet, no existe. No hay normativa, ni control. Hay libre acceso a aplicaciones y software espías que van desde un simple geolocalizador, un control "parental", a el absoluto control de tu móvil o pc. Estos sistemas se retroalimentan en muchos casos. De esta manera estamos, l@s supervivientes de maltrato psicológico, bullying o acoso, vendid@s de antemano. Porque nuestros maltradores hace mucho que se hicieron con todos nuestros datos personales con la escusa victimista de que, o no confiábamos en ell@s o teníamos algo que ocultar. Acceso a nuestros dispositivos y datos, por tanto, siempre tuvieron, pero hoy, con o sin ellos, los utilizan para prolongar el control, acoso, abuso y maltrato psicológico.
Desde el día que comprobé que trás una encerrona, mi ex había tenido acceso físico a mi móvil, de pronto comencé a observar como escribía post en principio a "sus seguidores " pero que hacían referencia a lo que yo hablaba, escribía o vivía en mi intimidad. La primera alerta fue recibir llamadas que me decían que contestaban a una perdida mía o qué era yo quien llamaba. Mi ex estaba comprobando si el hackeo era eficaz. Yo no entendía nada y pensaba que mandaba gente a acosarme telefónicamente. Pero lo cierto es que desviaba llamadas, aunque tardé dos años en darme cuenta de esto. Se qué es mucho tiempo, pero para un cerebro estresado y traumatizado, lo obvio no se interioriza. También comencé ( yo seguía aún sus redes sociales) a ver cómo posteaba sobre cosas que yo estaba viviendo o comentando. Si yo hablaba por teléfono de lo que disfrutaba viendo los colores del otoño, al día siguiente había un post suyo aludiendo al mismo tema.  O cuando trás una conversación con mi asistencia social del observatorio de Violencia de género le dije que tenía tanto miedo que estaba dispuesta a darle la razón en todo e intentar quedar "como amigos" me pasó un cobro de su web, algo que utilizó para que yo le llamara y en una conversación que yo intuía estaba siendo grabada o escuchada por terceras personas ( algo que ya había hecho conmigo como oyente de "terapias con sus pacientes" ) sacó temas de conversación que le convenían sabiendo de antemano que yo le daría la razón. O como tras hablar con mi psicóloga y confesar que no había mantenido contacto 0 sino que había hablado con él, a lo que ella me preguntó cómo me sentí y yo contesté, traumatizada perdida que fue como " volver a casa", él posteó " deja a la niña que vuelva a su hogar". Era tan evidente que sabía cosas de mi que no podía enterarse por nadie, que comencé a sospechar que me espiaba físicamente. 
Andaba hiper estresada cuando salía a la calle, procuraba permanecer en casa el máximo tiempo posible, miraba a mi alrededor cuando sacaba a mi perra, observando comportamientos de todo el que estaba cerca, evitando caminos. Era el miedo instaurado en mi pobre vida cotidiana. El nivel de estrés subió tanto que mis capacidades cognitivas mermaron de forma drástica y peligrosa. Recuerdo una ocasión en la que iba conduciendo y vi una moto detrás mía haciendo con la pierna el gesto que tanto le había visto a él hacer de saludos entre moteros...El corazón se me salía del pecho, no podía respirar, ni meter bien las marchas. No se realmente si era él o no, pero el resultado de ese temor por ser acosada y espiada término en un accidente con siniestro total. 
* Continuará 

Comentarios

Entradas populares